El corazón del elefante

miércoles, 12 de agosto de 2009 Escribir un comentario





Vino un elefante, no me acuerdo de dónde. También he olvidado adónde fue. Su nombre era tan extraño que no puedo retenerlo. Pero está claro que vino y se fue. También es seguro que era un elefante. Un elefante, en fin, apie, solo y gris, vino y se fue. Esto era más o menos el corazón del elefante. Y en medio del corazón, de esto sí me acuerdo, había algo tan incompresible, tan difícil y oscuro, que no podría contarlo aunque lo recordara.


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